Gran parte de las averías de los cambios automáticos están relacionados con su lubricación. Por ese motivo, hay que tener en cuenta diversos factores que pueden dañar nuestro cambio automático:
- Conducir con marchas cortas
- Exceso de carga: Puede alterar los componentes del aceite y afectar a la lubricación del cambio. Ejemplo: Arrastrar remolques, continuado esfuerzo en subidas, etc.
- Controlar el llenado: El exceso y la escasez de aceite puede causar daños en las válvulas de mando, selector y la caja de cambios en general
A parte de tener en cuenta los factores descritos anteriormente, nuestra empresa os recomienda cambiar el aceite cada 60.000 km.
Y ahora viene una de vuestras dudas más frecuentes: ¿Cómo nos damos cuenta que la transmisión necesita un cambio de aceite? Para resolver esta duda os presentaremos la sintomatología que debe tener el vehículo:
- El cambio de marchas se realiza lentamente
- Caen 200 revoluciones por minuto en lugar de 500 al subir de marcha. Recuperar el régimen óptimo hace que sea más incómodo de conducir y a su vez hace que se incremente el consumo de carburante.
- Tirones, Vibraciones, bajada de potencia, fuertes aceleraciones, cambios rápidos o lentos de marcha.
- Baja presión: Causada por envejecimiento del aceite, pérdida de las propiedades, obstrucción del filtro, etc.